EL CASTILLO DE CHANCAY
La historia de este emblemático monumento histórico se inicia con doña Consuelo Amat y León Rolando, nacida en Lima en 1896, hija del coronel Manuel Amat y León, descendiente del virrey Manuel Amat y Juniet. Esta señora se casó con Rómulo Boggio Klauer, el 8 de enero de 1915, en la Capilla del Colegio Belén; su esposo era propietario del fundo La Calera, al norte de Chancay. De aquel matrimonio tuvieron seis hijos. Lamentablemente, cuando falleció don Romulo quedó sin ninguna herencia por la muerte de su esposo. Así emigra a Europa a estudiar y se convierte en una mujer polifacética arquitecta, matemática, poetiza, escritora y abogada.
La historia de este emblemático monumento histórico se inicia con doña Consuelo Amat y León Rolando, nacida en Lima en 1896, hija del coronel Manuel Amat y León, descendiente del virrey Manuel Amat y Juniet. Esta señora se casó con Rómulo Boggio Klauer, el 8 de enero de 1915, en la Capilla del Colegio Belén; su esposo era propietario del fundo La Calera, al norte de Chancay. De aquel matrimonio tuvieron seis hijos. Lamentablemente, cuando falleció don Romulo quedó sin ninguna herencia por la muerte de su esposo. Así emigra a Europa a estudiar y se convierte en una mujer polifacética arquitecta, matemática, poetiza, escritora y abogada.
Cuando regresó al Perú, compró un terreno donde fundó el hotel “Villa Madre Perla”. Ella vivió allí cuando por ese entonces ir de Lima a Chancay era una aventura de un día completo. Ya que doña Consuelo vivía en la avenida Arequipa, de allí tenia que ir a la estación de tren de Desamparados, tomaba el tren hasta Ancón; de Ancón tomaba el otro tren a Huaral y de allí tomaba una carreta que la llevaba a Chancay. Su gran visión fue hacer el que es ahora “El Castillo” de Chancay, frente al mar, en un acantilado rocoso en honor al recuerdo de su esposo. Ella misma diseñó los planos y contrató 30 albañiles, quienes tuvieron que preparar aquella zona rocosa a punto de cincel y comba. Así, dirigiendo ella misma la obra, este Castillo tuvo, en su primera fase, seis alas diferentes, una para cada uno de sus hijos.
Construir el “Castillo” no fue fácil. Doña Consuelo, a pesar de contar con pocos recursos económicos, ahorrando todo gasto adicional, logró aquel sueño que –dicen- tuvo desde pequeña. Lo cierto es que la construcción del “Castillo de la familia Boggio”, como se le llamó en un inicio, duró poco más de 10 años, de 1924 a 1935. En ese entonces, contaba con 250 habitaciones, tenía cuatro niveles y lo conformaban terrazas, torreones, miradores, escalinatas y pasadizos que nos conducían al mar. El estilo que presenta es medieval de influencia
castellana.
Hace poco tiempo, Juan Barreto Boggio, nieto de doña Consuelo, después de 30 años de abandono que sufrió el “Castillo”, decidió su reconstrucción. Ya el “Castillo” había tomado el nombre de Castillo de Cancay”, ya que los chancayanos habían creado un sin numero de historias en su entorno una de este monumento. Juan Barreto, decidió su transformación y remodelación, tomando los planos ideados por su abuela, guardando sus lineamientos originales, con el propósito de transformarlo en un resort, ahora muy de moda, siempre guardando el estilo medieval.
indo indo indo... yo vivo en el Peru pero a las justas conosco el suelo q piso, la informacion y las imagenes stan super interesantes, y ayuda muxo a conocer mas lo q tiene nuestro pais. emoxo
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